Madiba es el nombre en lengua Xhosa con que los negros de Sudáfrica, se referían a su líder Nelson Mandela.
A menudo hablamos de líderes y las características que poseen estos personajes públicos por los que más o menos, todos tenemos admiración.
Los que de alguna manera hemos liderado equipos (distinto de ser un líder), hemos estudiado, leído y asistido a seminarios y formaciones en las que se nos ha enseñado como tratar de ser un líder.
¿Qué es un líder? Hay literatura por toneladas , pero no creo caer en un error demasiado grande , si dijera que un líder es aquella persona que es capaz de conseguir el seguimiento de otras personas para conseguir un objetivo a través de : la visión , el conocimiento de las personas, la empatía, la comunicación , la motivación , la estrategia, el valor, la resistencia a la adversidad, la ejemplaridad y otras muchas capacidades, la mayoría de ellas “adquiribles “ .
No obstante existe un componente, que me atrevo a decir es “genético “o por lo menos natural.
Debo reconocer que el último libro que he leído me ha impresionado. El Factor Humano de John Carlin.
Creo que pocas veces en la historia de la humanidad, alguien se ha impuesto una misión tan titánica como la que afrontó este hombre nacido en una aldea de 300 habitantes, y que fue encarcelado durante 27 años cuando contaba con 44 años.
Sudáfrica, la Nación Multicolor, es el producto de la mezcla de multitud de tribus negras y restos coloniales de ingleses y holandeses (Afrikáners) que no alcanzó la total independencia hasta 1961. Esta nación ha sido siempre reconocida por el apartheid y por el poder que ejercía la población blanca (menos del 10%) sobre el resto de pobladores de este país; mestizos, indios y principalmente negros.
Mandela tuvo una visión y definió un objetivo muy claro. Quería para su país la transferencia del poder de la minoría blanco a la mayoría negra, acabando con el apartheid y evitando la guerra civil y el baño de sangre.
Para ello desarrollo una estrategia que desgranó a los largo de los años, muchos de los cuales pasó en la cárcel. Consiguió desde su encierro , el bloqueo internacional de la selección nacional de rugby Sudafricana, símbolo del poder y orgullo de los blancos afrikáners. De la misma manera, logro a través del deporte de los blancos pero odiado por lo negros, el rugby, una palanca para construir una nueva nación. Logro que el lema “un equipo, un país “fuera el lema y motivo de unión de más de 40 millones de sudafricanos durante la copa del mundo de rugby celebrada en 1995.
Desarrolló una capacidad de empatía fuera de lo normal con los que fueron sus carceleros y opresores .Hasta el punto de ser reconocido por estos, como un hombre que “ tenía la mirada cálida e inmensa sonrisa” , “ capaz de elevarse por encima de las diferencias que desunían y apelar a aquellas que unían”. Y lo hizo aprendiendo de su enemigo. Aprendió las costumbres Boers e incluso el idioma “afrikáner” de sus carceleros. Sin embargo siempre consiguió dejar un “espacio” a sus enemigos para reconocer sus errores sin humillar, dando así la capacidad de cooperar en la construcción de una nueva nación.
Se sacrificó olvidando y haciendo olvidar a su pueblo ,el dolor ,la humillación y el genocidio a que estuvo sometido el pueblo negro , hasta el punto de saber y convencer que la solución , la única solución para una Sudáfrica nueva, era la negociación.
Dominó magistralmente la estrategia de los símbolos, llegando a conseguir no solo que coexistiera junto al tradicional himno afrikáner, el “Die Stem” , el “Nikosi Sikelele” de los negros , sino que este fuera cantado con orgullo por los blancos. Cambio la bandera, desechando los viejos elementos blancos , pero también respeto los colores de la tradicional camiseta de los Springbok , equipo nacional de rugby, llegando a ser vestida con orgullo por los negros.
Sin pretender serlo, este es uno de los libros sobre liderazgo que he leído más potentes, porque es una historia real. En mucho de los pasajes del mismo se pueden encontrar conceptos reales y aplicados de John Maxwell, Kenneth Blanchard, Dale Carnegie, Daniel Goleman e incluso Sun Tzu.
Tengo que reconocer que antes de leer este libro , poco más sabia de este grandísimo hombre más allá de haber sido preso durante muchos años , Presidente de Sudáfrica y Premio Nobel ( curiosamente concedido junto con el que fue durante muchos años su mortal enemigo , Pieter Botha).
Visité Sudáfrica hace algunos años y entre las vistas de Johannesburgo, me llevaron a ver la casa de Mandela en el residencial barrio de Houghton. Si hubiera leído el libro antes, seguro que hubiera mirado esa casa de otra forma.
Buen post y buen ejemplo de liderazgo. Quizás uno de los mejores que se pueden encontrar y por esto voy a leer el libro (gracias por la recomendación)
Este tipo de liderazgo positivo y sumamente humano es el que debería ser norma en las empresas, sin embargo la realidad es muy diferente.
Ayer estuve leyendo el último post de Virginio Gallardo http://supervivenciadirectiva.com/rrhh/ sobre las barreras que ponen los líderes (falsos líderes diría yo) en las empresas cuando se acometen cambios estructurales.
Es un buen ejemplo de cómo se puede ser un líder y estar completamente equivocado, no sólo en lo que haces sino en la misma consideración del liderazgo.
Muchos tendrían que leer este libro y cambiar su forma de pensar y liderar, e incluso diría de vivir.